El sábado pasé la mayor parte del día en la carretera, y no como muchos que van a la playa, símplemente fui a una ciudad vecina a conocer, y a patinar en hielo. Algunas veces he escuchado a amigos decir "yo siempre me duermo en la carretera" y es algo que me parece absurdo, ¡pues yo no puedo dejar de ver alrededor! Me encanta ver las colinas, a veces verdes, a veces grises. Cuando llueve me entretengo escuchando las gotas, viendo cómo rebotan en la caja de la troca y cómo se deslizan horizontalmente por los vidrios a causa de la velocidad.
Lo agradable de salir con mi familia es que mi papá y yo tenemos gustos musicales en común, y es lo mejor ir por la carretera escuchando rock clásico, canciones que los dos nos sabemos y apreciamos. También a veces apagamos el radio y sólo escuchamos el sonido del viento contra los vidrios, es de las cosas más relajantes que conozco.
Yo recuerdo lo que hacíamos en los viajes desde que tenía unos seis años. Cuando volvemos a pasar por un lugar inmediatamente recuerdo cuando fuimos, cómo era el clima, lo que comimos, y hasta lo que dije. Estas cosas son los mejores recuerdos de mi vida y sé que cuando tenga muchos años más de edad lloraré al pensar en esos momentos. No tengo cosas que me sobren, pero nada me falta, y tener el tiempo y la oportunidad de salir (aunque sea a un lugar cercano) y pasar un tiempo con mi familia es un regalo invaluable.
Algo nos distingue. Somos como águilas doradas, siempre con nuestros principios en alto, es nuestra marca, nuestra señal. Es algo que no se puede borrar.
On the road, that is so cool!
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