Aquí están las fotos que tomé hace un par de días con el carro que tan entusiastamente mi padre compró para arreglar. Está muy viejo y vaya, hay muchísimo a lo que invertirle es necesario, un Chevelle 73'. Pero en fin, en su emoción por querer dejármelo de herencia cuando esté arreglado (y con intenciones de mayor practicidad) decidió darme un ultimátum para uno de mis mayores obstáculos psicológicos: aprender a manejar. No es un secreto que mis 20 años pocas veces he tomado el volante, y llega aquí la ironía entre mi fotos y mis palabras puesto que sigo posponiendo una vez tras otra y lo más que puedo el practicarlo. Mi obstáculo no es un miedo nervioso e inevitable como el de una fobia, sino algo más pesado y constante que traigo de tiempo atrás, es algo que me hubiera sido psicológicamente más fácil a los 16, pero, un momento... ¿Qué estuve haciendo? ¿Cuándo pasó tanto tiempo?
Hay miedos que así existen, sin una razón fuerte aparente, como si estuvieran ahí sólo para hacernos la existencia un poquito más complicada, para darle vueltas al asunto. A veces los superas, a veces no. Pero en todo caso, es mejor hacerlo de golpe.
Sacaré mi licencia este mes... wish me luck.
