A veces es aburrido comer siempre lo mismo, pero ¿qué tal comer lo mismo de colores? Se siente totalmente diferente agregarle ese ligero toque de excentricidad a la cena de todos los días.
El spaguetti es uno de mis platillos favoritos, pero hacer spaguetti de colores uff... de las mejores cosas que he hecho/probado.
Es un procedimiento realmente sencillo. Al principio sólo debemos hacer la pasta como normalmente.
Es recomendable agregar un poco de consomé para darle mejor sabor, y dejarlo hervir hasta que esté listo para luego ponerlo a enfriar.
¿Y cómo sabemos cuando ya está listo? Bien fácil... así:
Si se pega un segundo al techo (o cualquier superficie) está listo.
Luego sigue la parte divertida: darle color. Para esto debemos conseguir un bolsa con cierre y verter un poco de agua en ella.
Luego hacemos el color que queremo con unas cuantas gotas de colorante vegetal. Por ejemplo aquí estábamos haciendo morado.
Debemos dejar reposar el spaghetti en la bolsa con colorante durante unos veinte minutos. Puedes hacer todos los colores que quieras.
Luego lo drenamos y está listo para preparar.
Felicidades a los que se dieron cuenta de que usamos tallarines en lugar de spaghetti.
Aquí un foto de la víctima... digo, catador; que quedó sumamente feliz con el platillo.
Luego le dio diarrea de colores, pero, a quién le importa, es de colores: sigue siendo feliz.
Nota importante: es necesario escuchar The Good Life para que haya feeling al cocinar.
